Basándose en el famoso hadith del Profeta: «Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor», el sublime sufí andaluz Ibn Arabi -que tanto influiría luego en los místicos cristianos como San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de León- construye un impecable edificio dialéctico sólo comparable a las grandes obras de filosofía advaita.
Fecha de publicación: 10-11-2000