Desde el año 2013, cada 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de los Bosques. Una jornada que sirve para concienciar sobre la importancia de proteger estos espacios naturales. Y es que, a parte de ser determinantes para la supervivencia de personas, animales y vegetales, el poder curativo del bosque puede sustituir en ocasiones al mejor de los medicamentos.
Seguro que has leído alguna vez sobre los efectos de abrazar un árbol. Es lo que se conoce comúnmente como arboterapia, una práctica respaldada por la ciencia que nos ayuda a relajarnos, a reducir el estrés y la ansiedad, y a mejorar la concentración.
Puede que no te convenza la idea de abrazar un árbol porque, claro, quizá lo consideres un gesto algo extravagante visto desde fuera. Lo entendemos. No es algo habitual. Pero tranquilo, no es necesario llegar hasta ese punto para beneficiarte del poder curativo del bosque.
A continuación te recomendamos dos títulos de nuestro catálogo con los que podrás sacar partido, en el mejor de los sentidos, de los árboles y con los que, por supuesto, queremos poner en valor estos espacios naturales en el marco de la celebración del Día Internacional de los Bosques.
Shinrin Yoku
Son muchas las terapias curativas naturales que existen y que se practican en todo el mundo. Una de las más destacadas, tanto por sus beneficios como por su número de seguidores, es el Shinrin Yoku o Baños de Bosque; una plácida práctica meditativa que nos conecta con la naturaleza y con su enorme potencial energético.
Además de hablarnos de ella y de ofrecernos ejercicios y consejos prácticos para su correcto desarrollo, en su obra Baños de Bosque, M. Amos Clifford presenta los sorprendentes estudios científicos que avalan y certifican los efectos positivos de esta terapia, muy popular en Japón y el Extremo Oriente. Por destacar algunos de ellos, el Shinrin Yoku fortalece nuestro sistema y reduce los niveles de cortisol, una hormona directamente relacionada con el estrés.
Además, a través de sus 212 páginas y sus bellas ilustraciones en blanco y negro, el autor nos descubre el papel de las fitoncidas; unos compuestos secretados por los árboles de forma natural, capaces de destruir de algunos agentes patógenos que constituyen una amenaza para la vida humana.
El libro también también se nutre de diversos estudios que avalan a nivel científico el poder curativo del bosque en los que respecta a dolencias o enfermedades como la diabetes, la obesidad o el cáncer.
Conexión natural
Quizá ya lo sabías, pero el ser humano tiene algunos puntos en común con los árboles, como por ejemplo su capacidad de adaptarse a las temperaturas. Un auténtico acto de resiliencia.
Otro de ellos, y sobre el que queremos centrarnos en este apartado, es la energía. Y es que el árbol, al igual que el ser humano, emite vibraciones energéticas constantemente que pueden ser absorbidas y asimiladas.
Así lo indica Camila Rowlands en Árboles, energías sanadoras, un título en el que la autora nos invita a internarnos en nuestro propio bosque y a conectar con los árboles a un nivel profundo y con su poder sanador. Concretamente, la autora describe en el título, ilustrado con imágenes a todo color, cinco tipo de árboles y los efectos que tienen sobre nuestra salud. Y lo más importante, una serie de ejercicios para aprender a canalizar su energía.
Hacer un ‘break’
Ya hemos mencionado algunos de los beneficios asociados al bosque y a los árboles. Aunque estén probados científicamente, puede que seas escéptico sobre algunos de ellos. Pero lo que es irrebatible es el efecto relajante que la naturaleza ejerce sobre nosotros.
En una época como la actual, marcada por el estrés y los cambios constantes, nunca está demás invertir algo de tiempo en buscar tranquilidad para nuestro cuerpo y algo de paz para nuestra mente ante tanto estímulo diario. En este sentido, los Baños de Bosque son la mejor opción.
Seguramente me dirás aquello de: “no tengo ningún bosque cerca”. Déjame decirte que no es necesario. Puedes hacerlo en el jardín de tu casa, si tienes la suerte de tenerlo, o en el parque más cercano. Y tampoco necesitas invertir demasiado tiempo. M. Amos Clifford señala en su libro que solo bastan tres sesiones de veinte minutos a la semana para practicar la observación silenciosa y empezar a beneficiarte de todo el poder curativo del bosque.
El principio de reciprocidad
Ya que los bosques nos ofrecen tanto, qué menos que velar por ellos. En el marco de la celebración del Día Internacional de los Bosques queremos aprovechar este post para sumarnos a las reivindicaciones de esta jornada.
M. Amos CLifford habla en Baños de bosque del principio de reciprocidad. Es decir, no solo nos beneficiamos de lo que el bosque nos da; los baños de bosque no consisten en explotar la naturaleza y extraer de ella bienestar y placer, sino en establecer una relación de colaboración con ella caracterizada por la comunicación y el dar y recibir.
Los bosques son considerados como los pulmones del planeta. Además, acogen a más del 75% de la biodiversidad terrestre mundial. Razones más que suficientes para pararnos a pensar si estamos haciendo lo suficiente cuidar de ellos.
Aunque no podamos hacerlo de manera directa, siempre podemos contribuir a la protección de estos espacios naturales desde casa. Te dejamos cuatro acciones que puedes realizar y que apenas suponen un esfuerzo:
- Aprovecha al máximo los productos de papel y madera.
- Recicla el papel y el cartón.
- Adquiere productos con el sello certificado FSC.
- Apoya a ONG ambientales y campañas para plantar árboles.
Llegamos al final de este post especial por el Día Internacional de los Bosques. Y ahora, aprovechando el inminente cambio al horario de verano previsto para la madrugada del 30 de marzo y que, por tanto, los días son cada vez más largos, qué mejor que sacar algo de tiempo a última hora de la tarde para poner en práctica el contenido de cualquiera de los dos libros que te hemos recomendado en este artículo. Y lo más importante, para aprovechar el poder curativo del bosque. Tu cuerpo, tu mente y tu espíritu te lo agradecerán.
